¿Por qué aparece la tendinitis al correr?

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Seguro que más de una hemos tenido molestias en la pierna a la hora de salir a correr. Las lesiones y las molestias en las piernas son muy habituales, sobre todo las conocidas como tendinitis. Casi siempre lo achacamos a la tensión o el exceso de entrenamiento, pero pueden existir muchos motivos por los que estas molestias aparecen a la hora de correr.

La verdad que cuando hablamos de dolores musculares o tendinitis en las piernas no podemos referirnos a una sola parte de éstas, pues se pueden producir en cualquier lugar. Las más habituales suelen aparecer en la rodilla, en el talón de Aquiles o en la planta del pie, pero pueden existir otras zonas en las que la tendinitis puede hacer acto de presencia. Por ello lo bueno es saber evitarlo y conocer el funcionamiento correcto del cuerpo.

Sobrecarga de determinadas zonas

Uno de los principales motivos por los que suele aparecer la tendinitis en las piernas a la hora de practicar carrera es por la sobrecarga de determinadas zonas como las rodillas o los tobillos e incluso las caderas. Normalmente esto se debe a que la pisada o la técnica utilizada no es la adecuada, por lo que no hacemos que la tensión se reparta entre toda la pierna, sino que la concentramos en una parte. Pero es cierto que para evitar esto hay que tener en cuenta una serie de aspectos que muchas veces pasamos de largo.

Una mala pisada descontrolada

La forma de pisar es muy importante, y es que a veces, sin darnos cuenta nos estamos haciendo daño. Es cierto que no podemos hacer nada por cambiar nuestra forma de pisar, pero sí podemos disminuir el efecto sobre las piernas. Para ello debemos utilizar las zapatillas adecuadas para nuestra pisada además de para el terreno sobre el que vamos a correr. Por otro lado, es muy aconsejable que analicemos a fondo la pisada a través de una prueba que determinará si necesitamos una ayuda extra como plantillas ortopédicas o zapatillas especiales.

Desigualdades en la musculatura

Otro factor que puede influir en esa tensión acumulada puede ser la desigualdad de musculatura entre la parte superior y la inferior de las piernas, ya que esto lo que puede generar es un desequilibrio en las fuerzas de las mismas, que puede acabar en tensiones mal repartidas. Por ello es necesario trabajar de forma unitaria y total todos los músculos de las piernas para que no se produzcan este tipo de problemas.

No estirar adecuadamente

No estirar puede ser otro de los motivos por los que la tendinitis puede llegar a hacer acto de presencia. Los estiramientos de todas las piernas antes y después de practicar carrera es una buena manera de acabar con la tensión acumulada y evitar lesiones innecesarias. Por ello siempre debemos reservar unos minutos para ejecutar esta operación para así realizar la carrera de la mejor manera posible.

Fuente: www.vitonica.com

¿Cómo podemos tratar el pie plano?

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El dolor y las molestias asociadas con los pies planos se ven considerablemente reducidos si los pies tienen un tiempo de descanso suficiente.

Conviene evitar los talones demasiado altos. Los zapatos de tacón alto tienden a agravar el problema de los pies planos, obligando a la planta del pie a situarse de manera arqueada. Los zapatos que son flexibles y de apoyo son los más adaptados para los pies planos.

Las plantillas ortopédicas y los zapatos especiales están diseñados para sostener la bóveda plantar y el talón en las personas que tienen un pie plano. Este tipo de apoyo puede aliviar el estrés y la tensión causada por el uso de ciertos tipos de zapatos.

También conviene perder el exceso de peso. El exceso ponderal entre las personas que tienen los pies planos puede agravar todavía más la situación. El peso que los pies tienen que soportar es proporcional al dolor sufrido.

Ejercicios para pies planos

Los ejercicios favorables para el tratamiento de los pies planos son unos ejercicios que pretenden reforzar el músculo supinador del pie (tibial posterior principalmente), corregir defectos de postura que alteran la marcha y alargar el tríceps sural (aumenta la flexión dorsal del pie).

Teóricamente, los ejercicios están indicados para menores que tienen poca fuerza muscular. La marcha es lo más recomendable. Sin embargo, el ejercicio más útil es el estiramiento pasivo del tríceps sural (cuando su acortamiento mantiene el pie plano). De ese modo, indirectamente consigue aumentar la flexión dorsal del pie.

Estirando el tríceps, se corrige el valgus del calcáneo. Los ejercicios son unos tratamientos activos (realizados por el paciente mismo), que deben ser practicados mientras persista la movilidad natural del pie del niño. Cuando haya desarrollado una estructura rígida en el pie, el arco o la bóveda plantar, obtendrá un desarrollo y una estabilidad aceptable.

Ejercicios para adultos

Los ejercicios para adultos que tienen pies planos dolorosos estimulan la circulación y contribuyen a aliviar los espasmos musculares, aliviando el dolor.

Como último recurso, la cirugía podría ser una posibilidad pero es, por regla general, un tratamiento excepcional. Es muy raro que se tenga que intervenir para tratar a los pacientes con menos de 9 o 10 años.

Fuente: www.aimdigital.com.ar

Cinco razones por las que te duelen las rodillas

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No entienden de edad ni de sexo, y la mayoría de la población acaba sufriendo por su causa en algún momento de su vida. “El dolor de rodilla es el problema de las sociedades desarrolladas”, confirma Manuel Villanueva, director médico del Instituto Avanfi-tulesiondeportiva.com, traumatólogo y cirujano ortopédico, especializado en cadera y rodilla y cirugía ecoguiada. “Vivimos más, nuestros trabajos son más sedentarios y pasamos de estar parados muchas horas a correr o hacer deportes más complejos: esquí, tenis, triatlón, rugby, fútbol…La lista es interminable. Y muchas veces sin la preparación adecuada y con sobrepeso. Las lesiones deportivas, los accidentes de tráfico y sus secuelas y la artrosis son las tres causas principales del deterioro de nuestras articulaciones, con diferentes lesiones o enfermedades según la edad de las personas”, insiste el experto.

La evolución no siempre ha venido en nuestra ayuda. “Pasamos horas enteras en sillas ergonómicas, pero rara vez caminamos para ir al trabajo. Luego nos volcamos en estilos de vida saludables pero en exceso, para compensar las horas sentados, el sobrepeso o escapar del estrés, intentando mantener a los 40 o 50 años las facultades que teníamos a los 20 o a los 30. Ahí está, por ejemplo, la afición a maratones, ultramaratones o triatlones, practicados cada vez más por personas de edad elevada, en teoría para escapar de la tensión de sus trabajos”, agrega el doctor Villanueva.

Así, sabemos que el contraste sedentarismo/deporte intenso es un gran enemigo de nuestras rodillas, las articulaciones más grandes del cuerpo, que nos permiten andar, saltar, correr, agacharnos o realizar multitud de movimientos. Por este motivo, duelen tanto: porque paran de usarse. Nadie, tenga la edad que tenga, sea mujer u hombre, está exento de padecer esta molestia. Solo en Estados Unidos, supone un tercio de las consultas al traumatólogo, según el portal WebMD. Estas son las razones habituales del dolor.

1. Práctica de deporte con demasiada intensidad, sobre todo fútbol y esquí. En este sentido, Guillermo Rodríguez, especialista en Medicina Deportiva de Avanfi, admite: “El exceso de ejercicio en deportistas es un motivo frecuente de molestias. El sobreuso (giros bruscos, paradas…) puede conllevar a generar lesiones en la articulación. A todo el mundo, seguramente, le vendrán a la mente los casos de Nadal o Ronaldo”. En deportes como el esquí o el fútbol, los meniscos y ligamentos soportan una mayor presión y el riesgo de sufrir una lesión aumenta, por lo que conviene adoptar una serie de precauciones. “Practicar regularmente ejercicios que fortalezcan la musculatura de los muslos (especialmente el cuádriceps) y realizar un buen calentamiento previo a la actividad ayuda”, enumera el experto.

2. Sobrepeso: “Las rodillas sostienen nuestro cuerpo y un exceso de kilos perjudica su ’supervivencia’ y acaba generando molestias”, agrega el director médico de Avanfi.

3. Elección errónea del calzado. “La forma en la que los pies impactan sobre el suelo cuando hacemos ejercicio puede tener también repercusiones en la articulación. Debemos recurrir a la zapatilla deportiva adecuada y, sobre todo, a aquella que se ajuste de forma personalizada a la pisada de cada uno”, recuerda Álvaro Iborra. La elección desafortunada del zapato es uno de los principales ‘castigos’ a las rodillas por parte de las mujeres. El motivo: el uso de tacones. Ángel de la Rubia, director del Centro Terapéutico del Pie Siglo XXI y presidente de la Asociación Española de Podología Deportiva, aclara: “El uso de tacón, que obliga a realizar pasos cortos con las rodillas semiflexionadas, perjudica seriamente la articulación”.

Corrobora sus palabras un estudio llevado a cabo por la Universidad de Iowa (EE. UU.) en el que participaron 15 mujeres. Los investigadores seleccionaron zapatos de tres alturas diferentes (planos, de 5 centímetros y de 8 centímetros) con los que las participantes caminaron y en cuyo interior se colocaron sensores, acelerómetros y cámaras de medición. De este modo, observaron que el tacón determinaba algunas características de sus andares, más lentos y con zancadas más cortas, a medida que aumentaba la altura del mismo. También se registró una mayor compresión de la rodilla al usar los tacones más elevados. “Esto significa que el uso prolongado y caminar con tacones podría, con el tiempo, contribuir al deterioro de las articulaciones y provocar una artrosis de rodilla”, ha explicado la investigadora jefe, Danielle Barkema.

“La extensión completa de la rodilla es la verdadera posición de descanso. Ir con ellas flexionadas supone aumentar las solicitaciones mecánicas sobre las mismas, y puede contribuir a su desgaste y a la sobrecarga de los tendones del cuádriceps y rotuliano”, afirma Villanueva.

4. La realización de gestos cotidianos. Adolescentes deportistas y adultos jóvenes, especialmente mujeres, son los que más suelen referir molestias en las rodillas al levantarse de la silla tras horas de parón o al bajar escaleras y pendientes. La razón fundamental se llama ‘condromalacia rotuliana’, y está causada por un daño en el cartílago que recubre la parte posterior de la rótula de la rodilla. Si la razón es postural, la fisioterapia ayuda.

5. Artrosis y vejez. Según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS), esta enfermedad es común en las personas de mediana edad. En España, afecta a dos millones de ciudadanos. Se desarrolla de forma lenta, pero el dolor empeora con el paso del tiempo. Como aclara el director médico de Avanfi, se trata de la patología músculo-esquelética crónica más frecuente. “Puede afectar a 1 de cada 5 personas mayores de 60 años, llegando a invalidar al 10% de la población que la padece, sobre todo cuando afecta a la cadera, la rodilla o la columna”, prosigue.

“Una rodilla sana puede flexionarse y enderezarse sin dificultad, gracias a un tejido blando y de bajísima fricción llamado cartílago hialino, que cubre, protege y amortigua los extremos de los huesos que forman parte de ella. Entre estos huesos, hay dos meniscos (cartílagos) en forma de C que actúan como ‘amortiguadores’ de la articulación de la rodilla. La artrosis se produce por el desgaste de estos cartílagos”, explica en su web la AAOS. La genética también influye en el desarrollo de la dolencia.

Fuente: eju.tv

¿Cómo volver a practicar deportes luego de una lesión?

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Si bien muchos deportistas temen el momento en que se lesionan y se ven obligados a dejar la competición en activo durante un período más o menos largo, también es necesario tener en cuenta el hecho de que, tras volver, hay que hacerlo progresivamente y sin forzar en exceso para no recaer del percance.

«Preparar bien las articulaciones con una buena sesión de calentamiento y estiramientos antes de practicar deporte es fundamental para prevenir problemas en ligamentos, músculos y tendones», señala el Dr. José María Torregrosa,especialista en Medicina Deportiva de iQtra Medicina Avanzada. Una vez que la lesión se ha producido, el especialista insiste en la importancia de respetar los tiempos de recuperación hasta que esta sea completa.

Estos son cinco consejos del Dr. Torregrosa ante una lesión:

1. Reposo, frío y analgésico- Lo primero que hay que hacer ante una posible lesión es detener la actividad deportiva. Reposo, frío y analgésico son las tres claves en las primeras 24 horas. Después, y según la evolución de los síntomas, la intensidad del dolor y la limitación funcional, es decir, si podemos o no mover, cargar o apoyar la articulación; además, es importante y prácticamente imprescindible acudir al especialista para una valoración médica.

2. Respetar los tiempos- No hay que tener prisa ni precipitarse en la vuelta a la práctica deportiva. Debe hacerse tras una recuperación completa. Cada lesión y cada deportista requiere su tiempo de recuperación y precipitarse en retomar el ejercicio puede acarrear recaídas o agravar la lesión.

3. Practicar ejercicios complementarios- Siempre que la articulación lesionada no sufra, se puede y conviene trabajar otras articulaciones. En ningún caso deberá forzarse la zona lesionada, pero es bueno mantener algún tipo de actividad como estiramientos, natación o bicicleta estática. Los ejercicios en el agua pueden ser una buena opción, siempre que la lesión no lo impida.

4. Período de adaptación gradual y progresivo- La vuelta a la actividad y los entrenamientos deben llevarse a cabo poco a poco: al principio, practicaremos el mismo ejercicio pero con menos intensidad, para recuperar el ritmo anterior a la lesión. Cuanto menos tiempo dura la baja, más rápida es la recuperación.

5. Entrenamiento adecuado- Preparar los músculos y las articulaciones para el ejercicio es fundamental para prevenir lesiones; ambién es importante evitar entrenamientos excesivos y procurar una buena técnica del deporte que se practica.

El doctor Torregrosa, señala también que es importante elegir el deporte más adecuado al estado físico de cada uno: «Lo primero es realizar una valoración médica de nuestro estado físico y de nuestro corazón para plantear el ejercicio más adecuado a nuestra capacidad». El médico deportivo nos ayuda a establecer, en función de las características físicas de cada uno, qué ejercicio practicar, cómo prepararse para el deporte y qué entrenamientos son más convenientes.

Fuente: www.padelspain.net

¿Qué es el Neuroma de Morton? ¿Cómo se previene?

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El neuroma de Morton puede dificultar el hecho de caminar. Las personas con esta afección en el pie también pueden tener problema para realizar actividades que ejerzan presión sobre esa parte del cuerpo, Por eso en el corredor, dependiendo de la técnica aplicada, habrá menos ò mas dolor. Asimismo, el hecho de usar ciertos tipos de zapatos, como los de tacón alto, puede causar dolor.

El tratamiento no quirúrgico no siempre mejora los síntomas. La cirugía para extirpar el tejido engrosado es efectiva en aproximadamente el 85% de los casos.

Vale aclarar que este engrosamiento del tejido de un nervio que puede desarrollarse en distintas partes del cuerpo, aunque el más común es en el pie.

Causas:

El neuroma de Morton es más común en las mujeres que en los hombres.

La causa exacta se desconoce; sin embargo, algunos expertos creen que lo siguiente puede jugar un papel en el desarrollo de esta afección:

Posicionamiento anormal de los dedos( desviados, en garra, etc).

Pie plano.

Problemas de la parte delantera del pie, incluyendo juanetes y dedos del pie en martillo.

Arcos altos.

Zapatos apretados y tacos altos.

Síntomas:

Los síntomas del neuroma de Morton abarcan:

Hormigueo en el espacio entre el tercero y cuarto dedo del pie.

Calambres en los dedos del pie.

Dolores intensos, punzantes o urentes en la región metatarsiana (y algunas veces los dedos del pie).

Dolor que se incrementa al usar zapatos o presionar sobre el área.

Dolor que empeora con el tiempo.

En algunos casos, se presenta neuralgia en el espacio entre el segundo y el tercer dedo del pie.

TratamientoPrimero, el trataminto siempre debe ser conservador.

– Tapping o vendaje en el metatarso, tratando de descomprimir la zona dolorosa.

Plantillas para  zapatillas y zapatos, descargando el área afectada.

Cambios en el calzado (por ejemplo, zapatos con punteras más amplias para los dedos).

Fisioterapia.

Prevención

Es importante saber que el neuroma de Morton no desaparecerá solo. Por lo general, los síntomas aparecerán y desaparecerán según el tipo de calzado que se utilice. Incluso, a veces, los síntomas desaparecen por completo.Usar calzado ancho en el antepie, tanto las zapatillas como los zapatos.Y, además, utilizar plantillas en los casos de metatarso vencido.

La necesidad de realizar una cirugía se da en aquellos pacientes que no hayan respondido adecuadamente a tratamientos no quirúrgicos. El médico especialista de pie y tobillo determinará el método que es mejor para su condición. El período de recuperación podrá variar, dependiendo del procedimiento realizado.

(*) El Licenciado Marcelo Giroldi es Ortopedista Funcional Análisis de marcha, del Servicio Médico del CENARD, docente Carrera Especialista Medicina Deportiva (UBA), e integrante del Cuerpo Médico de Racing Club.

Fuente: deportes.terra.com.ar