Estas son las lesiones más comunes de la rodilla

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Dentro de las lesiones de rodilla más comunes, se encuentra la artrosis. En esta afección, los cartílagos de la rodilla se han desgastado por la actividad realizada y por la edad del paciente, y este desgaste provoca dolor e inflamación.

Otras lesiones de rodilla que se presentan con frecuencia, especialmente en deportistas, son las siguientes:

  • Esguince: en este tipo de lesión, uno o varios ligamentos de la rodilla han sufrido un excesivo estiramiento, debido a una tracción o retorcimiento.
  • Distensión: un músculo o un tendón han sufrido demasiado estiramiento.
  • Lesiones en el cartílago de la rodilla: los cartílagos de la rodilla, llamado meniscos, tienen forma de medialuna y actúan como amortiguadores de la articulación.
  • Rotura de ligamentos: es una lesión habitual en deportistas profesionales, especialmente en los deportes donde hay que correr, parar, saltar y cambiar de dirección con frecuencia, como en el fútbol por ejemplo.

Síntomas de las lesiones de rodilla

En casi todas las lesiones de rodilla se presenta uno o varios de los siguientes síntomas:

  • Dolor.
  • Hinchazón.
  • Inestabilidad en la articulación: la rodilla puede ceder o quedar bloqueada.

Diagnóstico y tratamiento de las lesiones de rodilla

El examen médico junto con la realización de algunas pruebas como radiografías, ecografías o resonancia magnética pueden diagnosticar las diferentes lesiones de rodilla y su gravedad.

Dentro de los posibles tratamientos, se incluyen los siguientes:

  • Protección de la articulación, para que no sufra más daños.
  • Reposo.
  • Aplicación de hielo en la zona, para disminuir la inflamación.
  • Compresión y elevación de la rodilla.
  • Los medicamentos analgésicos y antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar el dolor.
  • En las lesiones más complicadas o graves, el médico puede recomendar la fisioterapia o la cirugía, para que la articulación pueda recuperarse completamente.

Para prevenir las lesiones de rodilla, se recomienda practicar deporte con regularidad, dedicar algunos minutos para realizar calentamiento antes de comenzar la actividad física y también realizar estiramientos al terminar la actividad.

Las 5 lesiones más habituales en los runners son…

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Las son las dolencias que puede tener un runner al momento de estar corriendo. Pero varias de ellas son muy recurrentes como dolor o inflamación en las rodillas o tobillos, o de igual manera en la espalda.

Las cinco lesiones más comunes entre la gente que le gusta el running.

1.- Inflamación en la planta del pie (fascitis plantar) . Se trata de la inflamación de la fascia de la planta del pie. Una de sus funciones es amortiguar los impactos durante la carrera. Una de las causas es llevar un mal calzado.

2.- Rotura Fibrilar . Consiste en la rotura parcial o total de una o varias microfibrillas o fibras musculares. Dicha dolencia se da cuando hay un tirón muscular y no se detiene para ser atendido. De seguir con la molestia y realizando actividad física se llega la rotura fibrilar.

3.- Tendinitis en la rodilla y en el tendón de Aquiles . La primera consiste en la inflamación del tendón rotuliano, debido a que soportan mucho impacto al correr. El segundo se presenta con una cojera inmediata ya que no se puede apoyar el pie correctamente.

4.- Esguinces . Se trata de una rotura parcial o total de los ligamentos de una articulación. El más común es el esguince de tobillo, afectando en la mayoría de los casos al ligamento lateral externo.

5.- Dolor de espalda . La presencia de dolor lumbar en runners se debe en su mayoría a falta de preparación o de programación en la intensidad inicial, además de que el exceso de distancias, intensidades y al tipo de calzado pueden ser grandes causantes de este mal.

¿El consejo? Parar inmediatamente, hielo y la consulta profesional obligatoria para tener un diagnostico certero. A recuperarse y seguir corriendo.

Fuente www.mdzol.com

Cuidados básicos para una torcedura en el tobillo

Esguince (II)

El tratamiento básico del tobillo que ha sufrido una torcedura comienza con R.I.C.E (por sus siglas en inglés), que significa: Descanso, Hielo, Compresión y Elevación.  El tratamiento apropiado del tobillo que ha sufrido una torcedura acelerará el proceso de curación y puede prevenir el dolor crónico futuro.

Detalles para tratar el tobillo que sufrió un esguince:

  • Descanso:
    En las primeras 24 a 48 horas después de sufrir una torcedura del tobillo es crucial que evite estar de pie tanto como sea posible.  Gradualmente ponga peso en el pie evitando cualquier actividad que cauce dolor.
  • Hielo:
    Durante las primeras 48 horas después de la lesión, aplique  hielo al torcedura durante 20 minutos por vez, cada 3 a 4 horas.  Aplicar hielo por más de 20 minutos puede causar más daño que beneficio ya que puede dañar el tejido.  Puede usarse una bolsa de arvejas o fresas congeladas como bolsa de hielo lo cual permite el uso repetido de la bolsa.
  • Compresión:
    Aplique compresión cuando eleve el tobillo con la torcedura en el primer tratamiento.  Un vendaje funciona bien para esto.  Envuelva apretado, pero no corte la circulación de la sangre.  Si los dedos se enfrían, se vuelven morados o siente cosquilleo, vuelva a envolverse el tobillo.  Si su circulación está inhibida, el  proceso de curación puede retrasarse.
  • Elevación:
    Mantenga elevado el tobillo que sufrió la torcedura (trate de que esté más alto que el corazón, si es posible).  Al elevar el pie, usted reducirá la hinchazón.

Si  no puede caminar, si la hinchazón es excesiva, o sus síntomas persisten por más de unos pocos días, acuda a su médico.

Una vez que pueda volver a ponerse de pie, es importante fortalecer el tobillo para evitar que vuelva a lesionarse.

Fuente: www.dmsystems.com

5 ejercicios para fortalecer los tobillos (y recuperarse de un esguince)

Los esguinces de tobillo suceden cuando las personas giran o cambian de dirección con demasiada brusquedad o cuando se tuercen el pie, causadas en la mayoría de los casos por la falta de fortalecimiento en esta área del cuerpo tan específica.

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Esto ocasiona una lesión en los ligamentos que conectan los huesos del tobillo con los de la pierna. Por ello, algunas áreas médicas como la fisioterapia y el acondicionamiento físico, se han visto en la necesidad de desarrollar ejercicios específicos para tratar o prevenir los esguinces.

La recuperación de esguinces es un proceso arduo que se ve facilitado por algunos movimientos como:

 1. Ejercicios de estiramiento con banda: consiste en cruzar las piernas colocando una banda elástica en cada tobillo, para entonces intentar separarlas; la banda crea fricción para que la fuerza del tobillo aumente. Por lo general esta práctica puede ser hecha en una silla o colchoneta con los pies en el aire.

2. Ejercicios con doble banda: debes colocarte dos bandas elásticas en los pies, juntos; luego, dejando los talones apoyados en el suelo, intenta separarlos. Este ejercicio es de gran ayuda para aumentar la fuerza de la parte interna de los tobillos.

3. Flexión de pie: para este ejercicio debes acostarte en una superficie plana, donde se puedan estirar los pies libremente, para luego subir y bajar la planta del pie en varias ocasiones. Esto es de gran utilidad porque devuelve la movilidad al tobillo para poder caminar.

4. Estiramiento de talón: en este ejercicio debes colocarte frente a una pared, para luego dejarte caer lentamente sobre ella sin levantar la planta del pie; de esta manera ayudas a que los talones se tensionen y adquieran fuerza, evitando otras las lesiones.

5. Extensión de dedos: el ejercicio consiste en sentarte en una silla, apoyando la planta del pie contra una superficie plana, para luego levantar únicamente los dedos por periodo de tiempo prolongados.

Estos son algunos ejercicios que pueden ser útiles para prevenir o tratar un esguince, aunque es bueno resaltar que son actividades que requieren de mucha quietud y de una previa autorización por parte de un fisioterapeuta o especialista en rehabilitación física.

Fuente: Salud180.com