¿Qué es la bursitis del talón?

bursitis-calcánea

Conocida también con el nombre de Bursitis retrocalcánea. Es la hinchazón (inflamación) del saco lleno de líquido (bursa) en la parte posterior del talón (calcáneo).

Causas, incidencia y factores de riesgo

Una bursa actúa como amortiguador y lubricante entre los tendones y los músculos que se deslizan sobre el hueso. Hay bursas alrededor de la mayoría de las articulaciones grandes en el cuerpo, incluyendo el tobillo.

La bursa retrocalcánea está localizada en la parte posterior del tobillo en el talón y es donde el gran tendón de Aquiles conecta los músculos de la pantorrilla al talón. El uso repetitivo o excesivo del tobillo puede hacer que esta bursa resulte irritada e inflamada. Las posibles causas son caminar, correr o saltar en exceso.

Esta afección frecuentemente está asociada con la tendinitis aquílea. Algunas veces, la bursitis retrocalcánea se puede confundir con este tipo de tendinitis. Aquéllos que se encuentran en riesgo de presentar esta afección abarcan personas que acaban de comenzar regímenes agresivos de ejercicios o que incrementan súbitamente su actividad sin un acondicionamiento adecuado.

Otras causas

– A veces se debe al cambio en el uso de zapatos entre los de tacón y los planos, que obligan a cambiar los puntos de apoyo del pie y otras a la inflamación del tejido que conecta la planta del pie, que es el músculo plantar facia y el hueso del talón.

Otro motivo puede ser por la forma en que se mueven las piernas y los pies coordinadamente, o por la manera en que están estructurados con relación uno de los otro.

Pueden ocasionarse también como resultado de una torcedura o golpe.

Por cambios degenerativos en el tejido adiposo del talón.

Por tener un arco plantar inadecuado o algún cambio en la fascia plantar, estructura que ayuda en el soporte del arco el pie.

Por pequeñas fracturas en el calcáneo.

Por una protuberancia del hueso del talón conocida como espuela o espolón del talón, que suele formarse por una fisura en el hueso calcáneo y que puede ser detectado fácilmente por medio de una radiografía.

Padecimientos como artritis reumatoide, lupus, gota, psoriasis, Neuroma de Morton o la presencia de algún cuerpo extraño en el talón, pueden ser causa de dolor del talón de pie.

En general el dolor es más agudo durante las mañanas, al estar parado o al caminar y disminuye conforme se “calienta” el talón y las personas con pie plano o sobre peso son las más afectadas. El problema generalmente mejora de forma espontánea conforme disminuye la inflamación de los tejidos suaves del pie, lo que puede lograrse más rápidamente con el uso de antiinflamatorios y en ocasiones de la inyección de hidrocortisona combinado con un anestésico local. También se recomienda el uso de plantillas suaves, de gel o espuma de goma para suavizar la pisada. Para confirmar el diagnóstico, es necesario tomar una placa de Rayos X y para descartar artritis es necesario un análisis de sangre y si el médico lo considera necesario se puede realizar una resonancia magnética para descartar tumores de hueso. Solamente en casos extremos se recomienda el uso de una férula nocturna, yeso removible o cirugía para liberar los ligamentos o quitar el espolón en caso de que exista.

Síntomas

Dolor en el talón, especialmente al caminar, correr o al tocar el área.

El dolor puede empeorar al levantarse en los dedos de los pies (pararse de puntillas).

Piel roja y caliente sobre la parte posterior del talón.

Signos y exámenes

El médico tomará la historia clínica para saber si se presentan síntomas de bursitis retrocalcánea. Examinando el tobillo se puede encontrar la ubicación del dolor. El médico buscará sensibilidad y enrojecimiento en la parte posterior del talón. El dolor puede empeorar cuando el médico dobla el tobillo hacia arriba (dorsiflexión) o puede ser peor cuando usted se para en los dedos de los pies. Al principio, los estudios imagenológicos, como las radiografías y resonancia magnética (RM), generalmente no son necesarios. Si el primer tratamiento no logra mejorar los síntomas, el médico puede recomendar estos estudios. La resonancia magnética puede mostrar inflamación.

Tratamiento

El médico puede recomendar los siguientes tratamientos:

Evitar las actividades que ocasionan dolor.

Aplicar hielo en los talones varias veces al día.

Tomar antinflamatorios no esteroides (por ejemplo, ibuprofeno).

Ensayar con cuñas del talón hechas a la medida o sin receta para ayudar a disminuir la tensión sobre el talón.

Utilizar fisioterapia para mejorar la flexibilidad y fortalecer la parte alrededor del tobillo, lo cual puede ayudar a mejorar la bursitis e impedir que retorne.

Si estos tratamientos no funcionan, el médico puede inyectar una pequeña cantidad de esteroides en la bursa. Si esta afección está asociada con la tendinitis aquílea, puede ser efectivo enyesar el tobillo para evitar el movimiento durante algunas semanas. En muy raras ocasiones, puede ser necesaria una cirugía para extirpar la bursa inflamada.

Fuente: www.ecured.cu

6 tips para evitar lesiones cuando corres

principiante-runing

Ningún corredor se encuentra libre de sufrir lesiones a lo largo de un plan de entrenamiento.

Sin embargo, si tomamos las precauciones correspondientes y adoptamos determinados hábitos, existen grandes chances de que puedas mantenerte alejado de ellas:

A continuación, te mostramos las 6 claves para evitar lesiones:

1.-NO TE SOBREENTRENES:

Demasiadas personas creen imposible que un corredor amateur llegue a sobreentrenarse, pero suele suceder cuando se intenta hacer demasiado, en poco tiempo y superamos la capacidad de adaptación que tiene nuestro cuerpo.

Si llegamos a esta instancia, habrá dos opciones, detenernos y recuperarnos o seguir y lesionarnos; de ti depende cual de las dos opciones tomes.

2.- REALIZA CALENTAMIENTOS:

Ya sea antes de una carrera o de un entrenamiento, acostúmbrate a realizar calentamientos, prepararán tu cuerpo poder rendir mejor y te ayudarán a sentirte mas cómodo durante los kilómetros que corras.

Para un entrenamiento, bastarán unos 10/15 minutos de trote a ritmo muy suave; para luego dar inicio a la rutina de entrenamiento que esté asignada para ese día. Nunca entrenes velocidad sin haber entrado en calor tu cuerpo,las posibilidades de lesión serían demasiado grandes.

Antes de una carrera, realiza el calentamiento adecuado; considera que si quieres tener buenas marcas no puedes utilizar los primeros kilómetros para empezar relajado la carrera.

3.- NUNCA REALICES ENTRENAMIENTOS DUROS DOS DÍAS CONSECUTIVOS

Si bien este punto podría estar incluido dentro del anterior, preferimos desarrollarlo en otro diferente ya que muchísimos corredores cometen este error.

Jamás realices dos entrenamientos duros en días consecutivos. ¿Que consideramos entrenamientos duros? Tempo, fondos, sesiones de velocidad, son algunas de las rutinas duras que nos tocarán en nuestro plan.

Alterna días duros, con días fáciles y así disfrutarás mas y pasarás menos tiempo lesionado.

4- NO OLVIDES TU TÉCNICA DE CARRERA

Tener una buena técnica de carrera te ayudará a ser un corredor mas eficiente y a mantenerte alejado de las lesiones.

No creas que por ser un corredor amateur no puedes trabajar en tu forma de correr.

5.- NUNCA CORRAS CON DOLOR:

Si sientes dolor, no corras. Si estás cansado y sientes las piernas molestas, modera tus entrenamientos  y evita los entrenamientos duros.  Aprende a distinguir el dolor del cansancio.

Tomarte un día de descanso es mucho mejor que tomarse una temporada entera en doctores y rehabilitación.

6.- ESTIRAMIENTOS

Al terminar de correr nunca olvides realizar estiramientos completos, que si bien deben focalizarse en los miembros inferiores también recomendamos realizar estiramientos del resto del cuerpo.

Los estiramientos son de los mejores amigos que podemos tener para evitar lesiones, el problema es  que desafortunadamente demasiados corredores recién toman conciencia de su  importancia una vez que ya se han lesionado.

Si tienes poco tiempo, mejor correr unos minutos menos , antes que saltearte tus estiramientos.

Fuente: runfitners.com

Estas son las lesiones más comunes de la rodilla

rodilla-info

Dentro de las lesiones de rodilla más comunes, se encuentra la artrosis. En esta afección, los cartílagos de la rodilla se han desgastado por la actividad realizada y por la edad del paciente, y este desgaste provoca dolor e inflamación.

Otras lesiones de rodilla que se presentan con frecuencia, especialmente en deportistas, son las siguientes:

  • Esguince: en este tipo de lesión, uno o varios ligamentos de la rodilla han sufrido un excesivo estiramiento, debido a una tracción o retorcimiento.
  • Distensión: un músculo o un tendón han sufrido demasiado estiramiento.
  • Lesiones en el cartílago de la rodilla: los cartílagos de la rodilla, llamado meniscos, tienen forma de medialuna y actúan como amortiguadores de la articulación.
  • Rotura de ligamentos: es una lesión habitual en deportistas profesionales, especialmente en los deportes donde hay que correr, parar, saltar y cambiar de dirección con frecuencia, como en el fútbol por ejemplo.

Síntomas de las lesiones de rodilla

En casi todas las lesiones de rodilla se presenta uno o varios de los siguientes síntomas:

  • Dolor.
  • Hinchazón.
  • Inestabilidad en la articulación: la rodilla puede ceder o quedar bloqueada.

Diagnóstico y tratamiento de las lesiones de rodilla

El examen médico junto con la realización de algunas pruebas como radiografías, ecografías o resonancia magnética pueden diagnosticar las diferentes lesiones de rodilla y su gravedad.

Dentro de los posibles tratamientos, se incluyen los siguientes:

  • Protección de la articulación, para que no sufra más daños.
  • Reposo.
  • Aplicación de hielo en la zona, para disminuir la inflamación.
  • Compresión y elevación de la rodilla.
  • Los medicamentos analgésicos y antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar el dolor.
  • En las lesiones más complicadas o graves, el médico puede recomendar la fisioterapia o la cirugía, para que la articulación pueda recuperarse completamente.

Para prevenir las lesiones de rodilla, se recomienda practicar deporte con regularidad, dedicar algunos minutos para realizar calentamiento antes de comenzar la actividad física y también realizar estiramientos al terminar la actividad.

Las 5 lesiones más habituales en los runners son…

portada-lesión-765x400

Las son las dolencias que puede tener un runner al momento de estar corriendo. Pero varias de ellas son muy recurrentes como dolor o inflamación en las rodillas o tobillos, o de igual manera en la espalda.

Las cinco lesiones más comunes entre la gente que le gusta el running.

1.- Inflamación en la planta del pie (fascitis plantar) . Se trata de la inflamación de la fascia de la planta del pie. Una de sus funciones es amortiguar los impactos durante la carrera. Una de las causas es llevar un mal calzado.

2.- Rotura Fibrilar . Consiste en la rotura parcial o total de una o varias microfibrillas o fibras musculares. Dicha dolencia se da cuando hay un tirón muscular y no se detiene para ser atendido. De seguir con la molestia y realizando actividad física se llega la rotura fibrilar.

3.- Tendinitis en la rodilla y en el tendón de Aquiles . La primera consiste en la inflamación del tendón rotuliano, debido a que soportan mucho impacto al correr. El segundo se presenta con una cojera inmediata ya que no se puede apoyar el pie correctamente.

4.- Esguinces . Se trata de una rotura parcial o total de los ligamentos de una articulación. El más común es el esguince de tobillo, afectando en la mayoría de los casos al ligamento lateral externo.

5.- Dolor de espalda . La presencia de dolor lumbar en runners se debe en su mayoría a falta de preparación o de programación en la intensidad inicial, además de que el exceso de distancias, intensidades y al tipo de calzado pueden ser grandes causantes de este mal.

¿El consejo? Parar inmediatamente, hielo y la consulta profesional obligatoria para tener un diagnostico certero. A recuperarse y seguir corriendo.

Fuente www.mdzol.com

¿Por qué aparece la tendinitis al correr?

por-quc3a9-dan-calambres-en-las-piernas

Seguro que más de una hemos tenido molestias en la pierna a la hora de salir a correr. Las lesiones y las molestias en las piernas son muy habituales, sobre todo las conocidas como tendinitis. Casi siempre lo achacamos a la tensión o el exceso de entrenamiento, pero pueden existir muchos motivos por los que estas molestias aparecen a la hora de correr.

La verdad que cuando hablamos de dolores musculares o tendinitis en las piernas no podemos referirnos a una sola parte de éstas, pues se pueden producir en cualquier lugar. Las más habituales suelen aparecer en la rodilla, en el talón de Aquiles o en la planta del pie, pero pueden existir otras zonas en las que la tendinitis puede hacer acto de presencia. Por ello lo bueno es saber evitarlo y conocer el funcionamiento correcto del cuerpo.

Sobrecarga de determinadas zonas

Uno de los principales motivos por los que suele aparecer la tendinitis en las piernas a la hora de practicar carrera es por la sobrecarga de determinadas zonas como las rodillas o los tobillos e incluso las caderas. Normalmente esto se debe a que la pisada o la técnica utilizada no es la adecuada, por lo que no hacemos que la tensión se reparta entre toda la pierna, sino que la concentramos en una parte. Pero es cierto que para evitar esto hay que tener en cuenta una serie de aspectos que muchas veces pasamos de largo.

Una mala pisada descontrolada

La forma de pisar es muy importante, y es que a veces, sin darnos cuenta nos estamos haciendo daño. Es cierto que no podemos hacer nada por cambiar nuestra forma de pisar, pero sí podemos disminuir el efecto sobre las piernas. Para ello debemos utilizar las zapatillas adecuadas para nuestra pisada además de para el terreno sobre el que vamos a correr. Por otro lado, es muy aconsejable que analicemos a fondo la pisada a través de una prueba que determinará si necesitamos una ayuda extra como plantillas ortopédicas o zapatillas especiales.

Desigualdades en la musculatura

Otro factor que puede influir en esa tensión acumulada puede ser la desigualdad de musculatura entre la parte superior y la inferior de las piernas, ya que esto lo que puede generar es un desequilibrio en las fuerzas de las mismas, que puede acabar en tensiones mal repartidas. Por ello es necesario trabajar de forma unitaria y total todos los músculos de las piernas para que no se produzcan este tipo de problemas.

No estirar adecuadamente

No estirar puede ser otro de los motivos por los que la tendinitis puede llegar a hacer acto de presencia. Los estiramientos de todas las piernas antes y después de practicar carrera es una buena manera de acabar con la tensión acumulada y evitar lesiones innecesarias. Por ello siempre debemos reservar unos minutos para ejecutar esta operación para así realizar la carrera de la mejor manera posible.

Fuente: www.vitonica.com

¿Cómo podemos tratar el pie plano?

160215002d61444med

El dolor y las molestias asociadas con los pies planos se ven considerablemente reducidos si los pies tienen un tiempo de descanso suficiente.

Conviene evitar los talones demasiado altos. Los zapatos de tacón alto tienden a agravar el problema de los pies planos, obligando a la planta del pie a situarse de manera arqueada. Los zapatos que son flexibles y de apoyo son los más adaptados para los pies planos.

Las plantillas ortopédicas y los zapatos especiales están diseñados para sostener la bóveda plantar y el talón en las personas que tienen un pie plano. Este tipo de apoyo puede aliviar el estrés y la tensión causada por el uso de ciertos tipos de zapatos.

También conviene perder el exceso de peso. El exceso ponderal entre las personas que tienen los pies planos puede agravar todavía más la situación. El peso que los pies tienen que soportar es proporcional al dolor sufrido.

Ejercicios para pies planos

Los ejercicios favorables para el tratamiento de los pies planos son unos ejercicios que pretenden reforzar el músculo supinador del pie (tibial posterior principalmente), corregir defectos de postura que alteran la marcha y alargar el tríceps sural (aumenta la flexión dorsal del pie).

Teóricamente, los ejercicios están indicados para menores que tienen poca fuerza muscular. La marcha es lo más recomendable. Sin embargo, el ejercicio más útil es el estiramiento pasivo del tríceps sural (cuando su acortamiento mantiene el pie plano). De ese modo, indirectamente consigue aumentar la flexión dorsal del pie.

Estirando el tríceps, se corrige el valgus del calcáneo. Los ejercicios son unos tratamientos activos (realizados por el paciente mismo), que deben ser practicados mientras persista la movilidad natural del pie del niño. Cuando haya desarrollado una estructura rígida en el pie, el arco o la bóveda plantar, obtendrá un desarrollo y una estabilidad aceptable.

Ejercicios para adultos

Los ejercicios para adultos que tienen pies planos dolorosos estimulan la circulación y contribuyen a aliviar los espasmos musculares, aliviando el dolor.

Como último recurso, la cirugía podría ser una posibilidad pero es, por regla general, un tratamiento excepcional. Es muy raro que se tenga que intervenir para tratar a los pacientes con menos de 9 o 10 años.

Fuente: www.aimdigital.com.ar

Cinco razones por las que te duelen las rodillas

img_como_aliviar_el_dolor_de_rodilla_naturalmente_23895_orig

No entienden de edad ni de sexo, y la mayoría de la población acaba sufriendo por su causa en algún momento de su vida. “El dolor de rodilla es el problema de las sociedades desarrolladas”, confirma Manuel Villanueva, director médico del Instituto Avanfi-tulesiondeportiva.com, traumatólogo y cirujano ortopédico, especializado en cadera y rodilla y cirugía ecoguiada. “Vivimos más, nuestros trabajos son más sedentarios y pasamos de estar parados muchas horas a correr o hacer deportes más complejos: esquí, tenis, triatlón, rugby, fútbol…La lista es interminable. Y muchas veces sin la preparación adecuada y con sobrepeso. Las lesiones deportivas, los accidentes de tráfico y sus secuelas y la artrosis son las tres causas principales del deterioro de nuestras articulaciones, con diferentes lesiones o enfermedades según la edad de las personas”, insiste el experto.

La evolución no siempre ha venido en nuestra ayuda. “Pasamos horas enteras en sillas ergonómicas, pero rara vez caminamos para ir al trabajo. Luego nos volcamos en estilos de vida saludables pero en exceso, para compensar las horas sentados, el sobrepeso o escapar del estrés, intentando mantener a los 40 o 50 años las facultades que teníamos a los 20 o a los 30. Ahí está, por ejemplo, la afición a maratones, ultramaratones o triatlones, practicados cada vez más por personas de edad elevada, en teoría para escapar de la tensión de sus trabajos”, agrega el doctor Villanueva.

Así, sabemos que el contraste sedentarismo/deporte intenso es un gran enemigo de nuestras rodillas, las articulaciones más grandes del cuerpo, que nos permiten andar, saltar, correr, agacharnos o realizar multitud de movimientos. Por este motivo, duelen tanto: porque paran de usarse. Nadie, tenga la edad que tenga, sea mujer u hombre, está exento de padecer esta molestia. Solo en Estados Unidos, supone un tercio de las consultas al traumatólogo, según el portal WebMD. Estas son las razones habituales del dolor.

1. Práctica de deporte con demasiada intensidad, sobre todo fútbol y esquí. En este sentido, Guillermo Rodríguez, especialista en Medicina Deportiva de Avanfi, admite: “El exceso de ejercicio en deportistas es un motivo frecuente de molestias. El sobreuso (giros bruscos, paradas…) puede conllevar a generar lesiones en la articulación. A todo el mundo, seguramente, le vendrán a la mente los casos de Nadal o Ronaldo”. En deportes como el esquí o el fútbol, los meniscos y ligamentos soportan una mayor presión y el riesgo de sufrir una lesión aumenta, por lo que conviene adoptar una serie de precauciones. “Practicar regularmente ejercicios que fortalezcan la musculatura de los muslos (especialmente el cuádriceps) y realizar un buen calentamiento previo a la actividad ayuda”, enumera el experto.

2. Sobrepeso: “Las rodillas sostienen nuestro cuerpo y un exceso de kilos perjudica su ’supervivencia’ y acaba generando molestias”, agrega el director médico de Avanfi.

3. Elección errónea del calzado. “La forma en la que los pies impactan sobre el suelo cuando hacemos ejercicio puede tener también repercusiones en la articulación. Debemos recurrir a la zapatilla deportiva adecuada y, sobre todo, a aquella que se ajuste de forma personalizada a la pisada de cada uno”, recuerda Álvaro Iborra. La elección desafortunada del zapato es uno de los principales ‘castigos’ a las rodillas por parte de las mujeres. El motivo: el uso de tacones. Ángel de la Rubia, director del Centro Terapéutico del Pie Siglo XXI y presidente de la Asociación Española de Podología Deportiva, aclara: “El uso de tacón, que obliga a realizar pasos cortos con las rodillas semiflexionadas, perjudica seriamente la articulación”.

Corrobora sus palabras un estudio llevado a cabo por la Universidad de Iowa (EE. UU.) en el que participaron 15 mujeres. Los investigadores seleccionaron zapatos de tres alturas diferentes (planos, de 5 centímetros y de 8 centímetros) con los que las participantes caminaron y en cuyo interior se colocaron sensores, acelerómetros y cámaras de medición. De este modo, observaron que el tacón determinaba algunas características de sus andares, más lentos y con zancadas más cortas, a medida que aumentaba la altura del mismo. También se registró una mayor compresión de la rodilla al usar los tacones más elevados. “Esto significa que el uso prolongado y caminar con tacones podría, con el tiempo, contribuir al deterioro de las articulaciones y provocar una artrosis de rodilla”, ha explicado la investigadora jefe, Danielle Barkema.

“La extensión completa de la rodilla es la verdadera posición de descanso. Ir con ellas flexionadas supone aumentar las solicitaciones mecánicas sobre las mismas, y puede contribuir a su desgaste y a la sobrecarga de los tendones del cuádriceps y rotuliano”, afirma Villanueva.

4. La realización de gestos cotidianos. Adolescentes deportistas y adultos jóvenes, especialmente mujeres, son los que más suelen referir molestias en las rodillas al levantarse de la silla tras horas de parón o al bajar escaleras y pendientes. La razón fundamental se llama ‘condromalacia rotuliana’, y está causada por un daño en el cartílago que recubre la parte posterior de la rótula de la rodilla. Si la razón es postural, la fisioterapia ayuda.

5. Artrosis y vejez. Según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS), esta enfermedad es común en las personas de mediana edad. En España, afecta a dos millones de ciudadanos. Se desarrolla de forma lenta, pero el dolor empeora con el paso del tiempo. Como aclara el director médico de Avanfi, se trata de la patología músculo-esquelética crónica más frecuente. “Puede afectar a 1 de cada 5 personas mayores de 60 años, llegando a invalidar al 10% de la población que la padece, sobre todo cuando afecta a la cadera, la rodilla o la columna”, prosigue.

“Una rodilla sana puede flexionarse y enderezarse sin dificultad, gracias a un tejido blando y de bajísima fricción llamado cartílago hialino, que cubre, protege y amortigua los extremos de los huesos que forman parte de ella. Entre estos huesos, hay dos meniscos (cartílagos) en forma de C que actúan como ‘amortiguadores’ de la articulación de la rodilla. La artrosis se produce por el desgaste de estos cartílagos”, explica en su web la AAOS. La genética también influye en el desarrollo de la dolencia.

Fuente: eju.tv

Cuidados básicos para una torcedura en el tobillo

Esguince (II)

El tratamiento básico del tobillo que ha sufrido una torcedura comienza con R.I.C.E (por sus siglas en inglés), que significa: Descanso, Hielo, Compresión y Elevación.  El tratamiento apropiado del tobillo que ha sufrido una torcedura acelerará el proceso de curación y puede prevenir el dolor crónico futuro.

Detalles para tratar el tobillo que sufrió un esguince:

  • Descanso:
    En las primeras 24 a 48 horas después de sufrir una torcedura del tobillo es crucial que evite estar de pie tanto como sea posible.  Gradualmente ponga peso en el pie evitando cualquier actividad que cauce dolor.
  • Hielo:
    Durante las primeras 48 horas después de la lesión, aplique  hielo al torcedura durante 20 minutos por vez, cada 3 a 4 horas.  Aplicar hielo por más de 20 minutos puede causar más daño que beneficio ya que puede dañar el tejido.  Puede usarse una bolsa de arvejas o fresas congeladas como bolsa de hielo lo cual permite el uso repetido de la bolsa.
  • Compresión:
    Aplique compresión cuando eleve el tobillo con la torcedura en el primer tratamiento.  Un vendaje funciona bien para esto.  Envuelva apretado, pero no corte la circulación de la sangre.  Si los dedos se enfrían, se vuelven morados o siente cosquilleo, vuelva a envolverse el tobillo.  Si su circulación está inhibida, el  proceso de curación puede retrasarse.
  • Elevación:
    Mantenga elevado el tobillo que sufrió la torcedura (trate de que esté más alto que el corazón, si es posible).  Al elevar el pie, usted reducirá la hinchazón.

Si  no puede caminar, si la hinchazón es excesiva, o sus síntomas persisten por más de unos pocos días, acuda a su médico.

Una vez que pueda volver a ponerse de pie, es importante fortalecer el tobillo para evitar que vuelva a lesionarse.

Fuente: www.dmsystems.com

¿Qué es la talalgia?

La talalgia es el nombre técnico que recibe el dolor localizado en el talón y es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica así como una entidad clínica que afecta frecuentemente a nuestros pies. La talalgia puede ser causada por diferentes lesiones, entre ellas, por una fascitis plantar o por la inflamación del calcáneo.

talon

Dado que en actividades que incluyen carrera o salto el apoyo del talón que debe amortiguar el peso del cuerpo desde la parte posterior del pie es repetido, el talón puede sufrir inflamación y posterior dolor, dando origen a una talalgia.

Dado que esta entidad suele ser invalidante porque con el movimiento del pie y el apoyo del talón la sintomatología se agrava, su tratamiento requiere reposo y la solución de las causas que favorecen su desarrollo, por ejemplo: en el caso de tener un espolón calcáneo suelen ser útiles las infiltraciones para desinflamar la zona, en casos de fascitis plantar el uso de plantillas es de gran ayuda y en casos de malas pisadas o esfuerzos repetitivos que sobrecargan el talón, el trabajo con un fisioterapeuta que analiza la mecánica del pie y sus movimientos es la mejor terapéutica.

Por supuesto, siempre es mejor prevenir que curar y por ello, cada vez que realizamos actividad física es de gran importancia evitar los movimientos iguales y repetidos para no generar sobrecargas así como no ejercitarse sobre superficies muy duras que producen mayor impacto. De igual manera debemos utilizar un calzado apropiado que permita absorber el impacto del talón contra la superficie de apoyo, para ello, las suelas deben ser acolchadas y en lo cotidiano debes evitar el uso de calzado plano.

Asimismo, evitar el sobrepeso o la obesidad es importante, pues a mayor peso corporal mayor impacto sobre las superficies del pie y en este caso, sobre el talón, por lo tanto, mayores probabilidades de sufrir talalgias.

Si tienes un dolor en el talón del pie y si éste se percibe al ponerse de pie después de un tiempo sentado o en reposo, no dudes en consultar con un profesional para saber la causa de la talalgia,una entidad que frecuentemente afecta nuestros pies.

Fuente: www.vitonica.com

5 ejercicios para fortalecer los tobillos (y recuperarse de un esguince)

Los esguinces de tobillo suceden cuando las personas giran o cambian de dirección con demasiada brusquedad o cuando se tuercen el pie, causadas en la mayoría de los casos por la falta de fortalecimiento en esta área del cuerpo tan específica.

tobillo

Esto ocasiona una lesión en los ligamentos que conectan los huesos del tobillo con los de la pierna. Por ello, algunas áreas médicas como la fisioterapia y el acondicionamiento físico, se han visto en la necesidad de desarrollar ejercicios específicos para tratar o prevenir los esguinces.

La recuperación de esguinces es un proceso arduo que se ve facilitado por algunos movimientos como:

 1. Ejercicios de estiramiento con banda: consiste en cruzar las piernas colocando una banda elástica en cada tobillo, para entonces intentar separarlas; la banda crea fricción para que la fuerza del tobillo aumente. Por lo general esta práctica puede ser hecha en una silla o colchoneta con los pies en el aire.

2. Ejercicios con doble banda: debes colocarte dos bandas elásticas en los pies, juntos; luego, dejando los talones apoyados en el suelo, intenta separarlos. Este ejercicio es de gran ayuda para aumentar la fuerza de la parte interna de los tobillos.

3. Flexión de pie: para este ejercicio debes acostarte en una superficie plana, donde se puedan estirar los pies libremente, para luego subir y bajar la planta del pie en varias ocasiones. Esto es de gran utilidad porque devuelve la movilidad al tobillo para poder caminar.

4. Estiramiento de talón: en este ejercicio debes colocarte frente a una pared, para luego dejarte caer lentamente sobre ella sin levantar la planta del pie; de esta manera ayudas a que los talones se tensionen y adquieran fuerza, evitando otras las lesiones.

5. Extensión de dedos: el ejercicio consiste en sentarte en una silla, apoyando la planta del pie contra una superficie plana, para luego levantar únicamente los dedos por periodo de tiempo prolongados.

Estos son algunos ejercicios que pueden ser útiles para prevenir o tratar un esguince, aunque es bueno resaltar que son actividades que requieren de mucha quietud y de una previa autorización por parte de un fisioterapeuta o especialista en rehabilitación física.

Fuente: Salud180.com