Los zapatos más dañinos para los pies de las mujeres

Estos son los zapatos más dañinos para los pies de las mujeres:

Stilettos

Usar este tipo de calzado hace que todo tu peso se centre en una parte pequeña y delicada del pie, por lo que crea un problema de equilibro y forza a tus rodillas y caderas a irse hacia adelante, lastimando tu espalda y tus piernas. Usar este tipo de calzado puede causar  hiperextensión, esguinces de tobillo, fracturas pequeñas, neuromas (tumores benignos de los nervios), tendinitis, dedos de martillo y juanetes.

Nivel: Peligro alto

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Botas altas

Si los tacones son altos vas a tener los mismos problemas que los stilettos. Aunque hayas protegido el pie y las piernas, siguen poniendo tus pies en jaque por la altura y los puntos de apoyo que dejas para tus pies.

Nivel: Peligro alto

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Zapatos de plataforma

Las plataformas también son tacones y causan un daño similar a tus pies que los stilettos, con la ventaja de tener un colchoncito sobre el cual apoyarte y proteger el pie, sin embargo pueden causar los mismos problemas que los anteriores.

Nivel: Peligro medio

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Botines con tacón

Dependiendo de la altura pueden causar el mismo problema que los stilettos, al igual que las plataformas, tienen cierta ventaja como que el material que rodea al tobillo ayuda a mentener el equilibrio y disminuye el riesgo de lesiones ante una caída. sin embargo causan problemas similares a los stilettos como hiperextensión, juanetes y dedos de martillo.

Nivel: Peligro medio

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Flats

Aparentemente no hay ningún problema con ellos, porque no lo sientes al momento, pero ¡si lo hay! Los zapatos que son demasiado planos no le dan el suficiente soporte al arco del pie, no le dan un colchoncito o algo que absorba el impacto de tu pie contra el piso al caminar, sin embargo si algo tienen de ventaja es que son flexibles y hacen que los músculos trabajen más al caminar, lo que es algo bueno. Busca unos que tengan una suela adecuada pues corres el riesgo de que al caminar se te entierre un clavo o pises un objeto extraño. Pueden causar inflamación, tendinitis, dolor de talones, várices y lesiones externas

Nivel: Peligro bajo

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Sandalias

La mayoría de las sandalias son demasiado planas, delgadas y abiertas, lo que exponen tu pie al ambiente, no te proveen del arco de soporte ni de un colchón de apoyo. También el cintillo que separa los dedos puede ser riesgoso, ya que forza los músculos de los dedos a separarse incrementando el riesgo de sufrir una fractura de dedos. Pueden causar inflamación, tendinitis, dolor del talón, fracturas y lesiones externas por su uso.

Nivel: Peligro bajo

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Botas de lluvia

La lluvia causa un ambiente húmedo y las botas hechas de plástico no son materiales que dejen respirar el pie, por lo que pueden causarte aún más fatiga de sólo caminar con ellas. Pueden provocar hongos, virus de verrugas y ampollas.

Nivel: Peligro bajo

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Tenis casuales estilo Converse

Estos tenis tienen una suela más gruesa que los flats, absorben los impactos contra el piso y le dan soporte, además de ser flexibles. El material protege tu pie del ambiente y son excelentes para aquellos que sufren de juanetes y pies de martillo. Pueden causar inflamación, tendinitis y dolor de talones

Nivel: Peligro muy bajo

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Tenis para correr

Demasiado soporte tampoco es bueno, pues no permite una conexión adecuada entre el cerebro y el pie, lo que te permite tener sensación del piso. Úsalos para correr, caminar y trotar, pero hasta ahí. Estos tenis pueden causar lesiones por estrés crónico del área especialmente en el talón.

Nivel: Peligro muy bajo

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Fuente: www.mujerde10.com

 

Mujeres, tacones y metatarsalgia

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La metatarsalgia es más frecuente en las mujeres, siendo que una alta proporción de las personas que la padecen son de sexo femenino. El tipo de calzado que se usa influye considerablemente puesto que, por ejemplo, los zapatos de tacón acaban causando una sobrecarga considerable en el metatarso. De ahí que especialmente las mujeres que usan este estilo de calzado tenga problemas de este tipo.

El motivo principal por el que se produce es la modificación de la biomecánica del pie. La morfología del pie se ve alterada considerablemente a raíz del calzado usado.  Unas plantillas ortopédicas ayudan notablemente y son muy recomendables, pero siempre hay que recordar que son un remedio tanto preventivo como de tratamiento a largo plazo frente a la metatarsalgia y que no son, en modo alguno, una panacea milagrosa.

En resumen: ¿Qué hacer para no padecerla?

Es necesario la evaluación global de todas las partes de nuestro pie a fin de buscar un posible remedio. En ocasiones las plantillas para la metatarsalgia nos permitirán darle una solución, mientras que en ocasiones el problema necesitará atención médica para ponerle una solución permanente.

El uso excesivo de tacones podría causar cáncer

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Cuando hablamos de tacones, no nos sorprende escuchar que no es bueno usarlos. Pero, parece que estos zapatos pueden ser más peligrosos de lo que imaginábamos.

Un especialista ha revelado que si los usamos frecuentemente se aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. ¡QUÉ!

El Doctor David Agus, profesor de medicina en la Universidad del Sur de California, ha hecho una relación entre el cáncer y los tacones en su libro ‘Una breve guía para una vida larga’ (‘A Short Guide To A Long Life’) y todo radica en la inflamación que este tipo de zapatos causa, el cual afecta a nuestra organismo.

El incómodo calzado provoca inflamación en los tobillos y mientras esto sucede, el cuerpo lucha por estar en una posición nada natural (de puntitas) y en movimiento.

Aunque el cuerpo tratará de adaptarse, estará en lucha constante para habituarse y ésto puede ocasionar problemas si se vuelve crónico (es decir, si usas tacones diario).

«Ciertos tipos de inflamación han sido vinculados a la mayoría de las enfermedades que nos preocupan como la del corazón, Alzheimer, diabetes y pueden aumentar drásticamente el riesgo de cáncer», explica el médico.

La inflamación crónica puede hacer que tu organismo bloqueé el proceso de reparación del ADN dejándolo vulnerable. Pero la ciencia detrás de este hallazgo aún está lejos de algo concreto, sin embargo, no está de más evitar abusar de los tacones diario.

Fuente: www.cosmoenespanol.com

¿Cómo ablandar tus zapatos nuevos?

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“La moda, incomoda”, suelen afirmar las revistas y recordarnos nuestras amigas, mientras intentamos sobrevivir a esas sandalias divinas de estreno. Pero, ¿quién dijo que para tener estilo era necesario hacer un máster en tolerancia al sufrimiento? Apunta estos consejos para ablandar tus zapatos y dile adiós al dolor de pies.

• Efecto calor. Tranquila en casa, ponte un par de medias bien gruesas y colócate el calzado en cuestión. Con la ayuda de la secadora de cabello, calienta el material. Déjate los zapatos puestos hasta que vuelvan a enfriarse, nos propone Richard J. Bray, licenciado en ortesis.

• Pequeños pasos. Sabemos que después de mucho uso, esos zapatos que tanto sufríamos pueden, de a poco, ir ablandándose y volverse nuestros mejores aliados. ¡Manos a la obra! Hasta que consigas tenerlos puestos por muchas horas, úsalos con medias gruesas mientras estás en casa, recomienda el sitio Lifehack.

• Ice power. Las clases de ciencia básica en la escuela finalmente darán sus frutos. Apunta estos pasos del sitio Who What Wear, y olvídate del dolor:

1. Llena con agua, hasta la mitad, una bolsita con cierre para el freezer.

2. A medida que vayas sellándola, asegúrate de remover completamente el aire.

3. Colócala dentro del zapato, y ponlo a dormir en el congelador.

4. Al solidificarse, el agua se expandirá, estirando también el cuero.

5. Quita tu calzado del freezer, y deja que el hielo se derrita antes de remover la bolsa. ¡Facilísimo!

• Medias al auxilio. Contra la creencia popular, incluso las zapatillas de bailarina podrían necesitar de tiempo para ablandarse. ¡Ármate de pacienca! Una buena estrategia es usarlas con dos pares de medias, mientras continúas con tu rutina diaria, sugiere el sitio Style Caster.

¿El plan B? Enrolla varios pares de medias o haz bolas de papel periódico, y amontónalas en el interior del calzado por varios días.

Busca ayuda profesional. Como en los viejos tiempos, la horma para zapatos podría ser tu mejor opción. Muchas tiendas podrían colocártelos en ella por uno o dos días, para estirar el material. Pero, ¡atenta!: las hay para ablandar solo la parte delantera o, al mismo tiempo, el talón. Si se trata de tus tacones, pregunta primero, podrías acabar muy mal

Elige con astucia. ¿Por qué sufrir si podemos comprar el par de zapatos perfecto para nosotras? Chequea, a continuación, algunas claves de Bray:

• Debería quedar un espacio de 6.5 mm (1/4 in), desde tus dedos, hasta el final del zapato.

• El calzado no debería tocar la parte de arriba de tus dedos.

• ¿Cuenta con una zona del talón cómoda para caminar?

Fuente: www.univision.com

La cara fea de los tacones

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La especialista en baropodometría Gloria Newell dice que los tacones que generalmente se usan en las galas, y muchas mujeres lo hacen de manera cotidiana, miden entre 12 y 18 centímetros, los cuales traen terribles consecuencias para la salud.

“Estar paradas sobre unos tacones de esa altura no es una postura natural. Por supuesto que son bonitos, pero usarlo seguidos tienen un impacto negativo en la postura y, por supuesto, en los pies”, asegura.

Las consecuencias y recomendaciones

Usar cotidianamente tacones de 10 centímetros o más provoca que:

1.El tendón de Aquiles pierda elasticidad, o sea, se va encogiendo.

2.Callosidad en la zona del metatarso.

3.Dolor de pies.

4.Deformaciones como los juanetes.

5.Deformaciones en los dedos (dedos en martillo).

6.Dolor en la parte baja de la espalda.

7.Mala circulación sanguínea

Si bien «los pies tienen su propio mecanismo de defensa, ya que se adecuan a la superficie que pisamos, desde la arena blanda de la playa hasta las rígidas aceras de la ciudad, es necesario llevar un calzado correcto que incremente esta adaptabilidad», señala la especialista.

Por ello, Gloria Newell propone que al usarlos, cada 15 minutos realices un estiramiento del talón de Aquiles: poner el metatarso del pie en un escalón y bajar el talón varias veces. Además, recomienda evitar los zapatos puntiagudos con tacón de aguja; si los zapatos tienen tacones anchos, mejor, pues no debe hacerse tanto equilibrio y el esqueleto se sostiene mejor; caminar con zapatos cómodos y utilizar el tacón solo cuando es necesario.

Tomado de http://entremujeres.clarin.com/

Usar tacones no sólo afecta a los pies…

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Nada ha logrado desplazar a los tacones como la primera causa de dolor en los pies. A esta conclusión llegó la Asociación Podológica Americanatras una encuesta en 2014 que lideró un grupo de los mejores doctores especializados en pies y piernas.

Con una posición similar, el Journal of Applied Physiology asegura que, al vestirse con este tipo de zapatos, el pie termina en una posición de flexión que no es natural: “Es como estar parado durante horas en la punta de los pies. Esta forma puede ser la causa de dolor muscular, fatiga y lesiones«.

Además de estos dolores, el uso de tacones es también el causante de la aparición de ampollas, callos, uñas encarnadas y juanetes, según el departamento de podología de la Universidad de Loyola (Estados Unidos), quienes añaden que el riesgo de sufrir este tipo de lesiones se incrementa entre más alto sea el tacón.

Pero los pies no es la única parte del cuerpo que sufre con este tipo de calzado. Según la revista Time, el uso de estos zapatos también tiene repercusiones en las piernas. “Según investigaciones del Reino Unido y Austria, pasar mucho tiempo caminando en tacones en realidad cambia la estructura de músculos y tendones en las pantorrillas”, explica el periodista de Time Markham Heid.

Marco Narici, profesor de psicología clínica de la Universidad de Nottingham (Inglaterra), asegura que vestir estos zapatos reduce las fibras musculares y endurece el talón de Aquiles disminuyendo el rango de movimiento del tobillo y las posibilidades de tener una lesión se incrementan.

El cambio en la estructura muscular también puede suceder en las rodillas. El profesor de cirugía ortopédica de Standford (Estados Unidos), Constance Chu, explica en el artículo de Time que la fuerza aplicada en esta parte del cuerpo al usar tacones puede ser la causa de la aparición temprana de osteoartritis. “El riesgo se incrementa en mujeres pesadas”, añade el profesor.

Algunas recomendaciones que hacen doctores como Chu para evitar estos cambios o lesiones tienen que ver con la altura de los tacones que se usan: entre más bajos sean, menor es el riesgo. Por otra parte, se recomienda que al usar estos zapatos haya una tiempo de descanso que puede encontrarse al recostarse en una pared o estirando el pie durante un par de minutos todos los días.

Fuente: www.elespectador.com

El calzado y la forma de caminar son determinantes en la formación de los juanetes

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El juanete es la desviación que ocurre cuando se desplaza el dedo gordo o el dedo pequeño del pie hacia el resto de dedos, creando un bulto de hueso en el borde externo que puede presentar hinchazón y enrojecimiento y un fuerte dolor al caminar. Es la patología más común por la que las mujeres acuden al podólogo, según el Colegio de Podólogos de Valencia, España (ICOPCV), y pueden aparecer a partir de los 14 años, aunque es frecuente que las molestias aparezcan después de los 40 años.

Las causas del juanete o hallux valgus, además de hereditarias, están en la forma de caminar y el calzado que se utiliza. Es una enfermedad del antepie que afecta principalmente a las mujeres por el uso de zapatos puntiagudos, apretados y de tacón alto. Así que cuidado con esos tacones de aguja, pues afecta a la articulación que soporta gran parte del peso al caminar. Un juanete puede ser muy doloroso, impidiendo incluso andar, y provocar alteraciones en la marcha que repercutan negativamente en otros miembros del aparato locomotor.

Diagnóstico y tratamiento precoz

“Si bien en la mayor parte de casos es necesario intervenir quirúrgicamente, en el caso de que aparezca esta patología es muy importante una detección precoz por parte del podólogo y la aplicación de un tratamiento temprano que alivie la presión sobre el bulto para detener la progresiva deformación de la articulación y reducir el dolor del paciente para que pueda llevar una vida normal y activa”, asegura Alfredo Martínez, presidente del ICOPCV.

Para evitarlos, los especialistas aconsejan:

-Utilizar ortesis de silicona a modo de separadores.

-Adaptar plantillas, porque ayudan a mantener el pie en una posición más fisiológica, reduciendo la presión y el dolor.

-Llevar calzado de puntera amplia y fabricado en materiales flexibles, como lycra o gomas especiales, para no presionar sobre la zona.

-Evitar el tacón de más de 5 cm de alto.

-Si el juanete se inflama y duele es aconsejable aplicar hielo varias veces al día para reducir la hinchazón.

-Si aparece alguna herida, acudir de inmediato al podólogo para su tratamiento.

-Acudir al podólogo ante la sospecha de padecer juanete, para una detección precoz.

Fuente: www.hoy.es

¿Cómo evitar el roce de los zapatos?

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Con el buen tiempo llega el momento de sacar del armario esos zapatos y sandalias de verano tan bonitos que nos compramos el año pasado o estrenar las últimas novedades con las que nos hemos hecho este año pero seguro que la idea de nos hagan rozaduras nos hace pasar un mal rato incluso antes de que nos los hayamos puesto.

Pero las rozaduras son evitables, hay algunos trucos muy sencillos que ayudan a evitar que se produzcan y que podamos disfrutar de nuestros zapatos nuevos sin sufrir porque, aunque hayamos echado un cargamento de curitas en el bolso, no conseguiremos nada ya que las curitas ni evitan ni alivian el dolor más allá de los primeros momentos cuando están recién puestecitas, pero en cuanto damos un paso se despegan y van colgando por el borde del zapato o se arrugan y se cuelan dentro.

Talla correcta:

Aunque puede parecer obvio, el número de zapato que usamos no tiene porqué ser siempre el mismo, dependerá de cada fabricante así que es muy importante probarse bien el zapato, que los dedos no lleguen a tocar la punta del zapato. Y probarse los dos zapatos, ya que siempre hay diferencias entre un pie y el otro, y coger la talla que mejor se adapte.

Medias plantillas:

Como suele muy común que un pie sea más pequeño que otro, es preferible comprar el zapato que se adapte al pie más grande y luego podemos usar una media plantilla para ajustar el otro zapato al pie más pequeño.

Crema hidratante:

Aplicando un poco de crema de manos o corporal dentro, en los bordes y costuras del zapato, especialmente los de piel que son más duros, ayuda a que se reblandezcan y se adapten mejor a nuestro pie. Como si de nuestros propios pies se tratara, hay que frotar hasta que la crema quede bien impregnada.

Horma:

Si vemos que el zapato es muy estrecho y es probable que acabe haciéndonos daño, mejor es prevenir que lamentar y si lo llevamos al zapatero, éste tiene un aparato llamado horma, donde se introducen los zapatos durante varios días para ir abriéndolos a lo ancho.

Congelador:

Si nos hemos dejado llevar y, al final, hemos comprado el zapato un poco estrecho, lo primero que podemos hacer es llenar una bolsa de las que venden para congelar alimentos y llenarla de agua hasta la mitad y cerrarla bien. La metemos dentro del zapato en la parte que te quedaba más ajustado y lo metemos en el congelador.

Al congelarse el agua aumenta de tamaño, con lo que ayuda a que el zapato ceda, y la humedad le hace más maleable. Hay que ponérselo nada más sacarlo del congelador para que se adapte al pie y coja la forma deseada.

Papel de periódico:

Otro truco para ensanchar un zapato es darle crema hidratante por dentro y meter bolas de papel de periódico humedecidas hasta que el zapato esté bien lleno y se dejan así un par de días antes de ponérselo o hasta que nos los vayamos a poner.

Agua o alcohol:

Se trata de humedecer con agua (mejor caliente) o alcohol la zona del zapato que nos roza y ponerlo hasta que se seque y haya cedido un poco.

Este truco sólo vale con zapatos de piel pero hay que tener mucho cuidado porque si es una piel muy porosa, el agua o el alcohol pueden dejar marca.

También podemos recurrir a unos sprays especiales que venden en las zapaterías para ablandar los zapatos y adaptarlos a cada pie. Después de echar el spray hay que ponerse los zapatos con calcetines durante media hora como mínimo para que cedan.

Usarlos antes para andar en casa:

Si nos hemos comprado unos zapatos para una ocasión especial, además de probar otros trucos, también es fundamental usarlos algunos días antes para andar con ellos por casa. De esta manera, el pie se adapta al zapato y si hay alguna zona más «comflictiva» podemos ponerle remedio antes del día D.

Anti-rozaduras:

En las farmacias hay cremas protectoras que proporcionan una película con el efecto de una segunda piel o un poquito de vaselina antes de ponernos los zapatos tienen también un efecto preventivo.

Pinkies:

Como llevar calcetines en verano puede ser un verdadero suplicio, siempre se puede recurrir a los clásicos pinkies que usaban nuestras madres y abuelas. Hoy en día los hacen de forma que se puedan usar con casi todo tipo de zapatos y sandalias y hasta con almohadillado para aliviar las zonas que más se sobrecargan.

Además de proteger hacen que, al contrario de lo que puede parecer, el pie vaya más fresco porque absorben la humedad y el sudor.

Plantillas de silicona o servilletas de papel

Las medias plantillas de silicona para el talón hacen que éste se eleve y el zapato deje de rozar aunque si estamos en la calle, notamos que nos roza el zapato y no tenemos dónde comprar plantillas, unas cuantas servilletas de papel bien dobladitas colocadas en el talón tiene el mismo efecto y siempre podremos encontrar servilletas de papel en cualquier bar.

Hidratar los pies

Al igual que hay que preparar el calzado, nuestros pies no deben ser menos, un poco de crema hidratante o vaselina en las zonas más susceptibles de sufrir el roce del zapato ayuda a que el pie esté preparado.

Fuente: ABC.es 

Callos en los pies: un problema estético y de salud en la mujer

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Los pies son una parte del cuerpo humano que nos gusta tener bien arreglados porque eso significa que están sanos y bonitos. Es cierto que enseñarlos en verano nos gusta, pero, ¿qué ocurre si tienes callos en los pies y te da vergüenza enseñarlos? ¿Te vas a quedar sin mostrar tus pies en verano? ¿Vas a tener los pies en calzado cerrado cuando haya 40 grados a la sombra? ¿Estás segura de eso?

Hay problemas en los pies que simplemente da vergüenza hablar de ello, porque creemos que los demás nos verán diferente. Pero, ¿por qué ocurre esto? No es justo que por un problema que te salga en los pies tengas que ir al médico casi a escondidas. ¡Ni mucho menos! Deja de pensar en el qué dirán los demás y dedícate a cuidar de tus pies. ¡Seguro que más gente que conoces tiene el mismo problema! A continuación voy a hablarte los callos y cómo solucionar este problema.

Los callos pueden ser dolorosos y además son horribles. Los callos son el resultado de hiperqueratosis, una capa protectora de queratina que crea la piel sobre las áreas que sufren una irritación crónica. Los callos son una manera de proteger el hueso subyacente y la carne que con el tiempo se vuelve gruesa y dura.

La piel puede espesar como resultado de un calzado que no se ajusta correctamente. Muchos zapatos de mujeres a menudo tienen un ajuste demasiado apretado y el roce con la presión puede causar los callos… ¿Tienes zapatos así? ¡Tíralos a la basura ahora mismo!

Pero existen soluciones. Esta solución consiste en comprar zapatos que se ajusten a tus pies y que te sean cómodos nada más sacarlos de la caja… tan sencillo como eso. Pero si ya tienes callos te recomiendo que te apliques aceite mineral por la noche para suavizar tu piel. El aceite facialpuede funcionar también. Recuerda que tendrás que pulir (sí, como lees; “pulir”) suavemente los callos con una piedra pómez.

Fuente: www.mundochica.com

Llevar tacones puede provocar más lesiones que ser futbolista profesional…

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Christian Louboutin, famoso por tener la hegemonía de las suelas rojas de los zapatos afirmó en su día al ‘Sunday Times’ que los tacones son un fiel reflejo de la personalidad de las mujeres.

El diseñador aseguró que eran un elemento de seducción: «El lenguaje comienza en el calzado y recorre todo el cuerpo” ha afirmado Louboutin.

Una mujer puede ser sexy, encantadora, ingeniosa o tímida según sus zapatos. En cambio, los hombres se rigen por la elegancia y la economía”, es por ello por lo que «las mujeres son felices a la hora de llevar zapatos que hacen daño. Un poquito de incomodidad se contrarresta con algo más, algo que tiene que ver con el deseo», sigue contando Louboutin. Pero ¿ha pensado e´l en los riesgos futuros de sus preciosas mujeres?.

No es ninguna broma. Llevar tacones no solo puede ser un infierno durante todo un día en el que el mejor momento era quitarse los zapatos y respira alividada. Pero ese mal día y ese dolor no se queda ahí. Tiene consecuencias.

El infierno no acaba por la noche: Artitris, tendiditis, problemas de rodilla, dolores de espalda… años después de ir de cine

Un nuevo estudio de los investigadores en los EE.UU. sugiere que los tacones altos también pueden ejercer presión peligrosa en las articulaciones de rodilla, desgaste del cartílago – del cuerpo integrado amortiguador – y aumentando el riesgo de la osteoartritis. Algunas mujeres necesitan cirugía de reemplazo de rodilla invasiva. Dolor de pies, pies comprimidos y los músculos tensos en la pantorrilla son otras de las consecuencias.

El uso prolongado de tacones puede causar lesiones y desequilibrios en la postura, así como artrosis o artritis en las rodillas, afecciones de nervios, tendinitis, juanetes, dedos en martillo, metatarsalgia, o predisposición a lesiones de tobillos como esquinces o fracturas, según ha advertido el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM). Así que hay unanimidad.

¿Tienen los pies una posición normal y cómoda cuando las mujeres llevan tacones altos? La respuesta es no. De hecho la presión sobre las rodillas es un 25% más alta.

La mujer se ve más sexy, elegante y delgada llevando tacones

El 93 por ciento dijo sentir más sexy y más femenina cuando se llevaban tacones, el 88 por ciento dijo que se consideraban más elegante y el 77 por ciento dijo que sus talones les hizo sentir más delgada, según las últimas encuestas.

Por supuesto, la artritis y los juanetes no son los únicos problemas que pueden ser causados por zapatos de tacón alto , dedos deformes, tendiditis , serior problemas en el tendón de Aquiles.

Si se usa todos los días… 5 centímetros de tacón, si no, mejor dejarlo en tres

Por ello, y con el objetivo de prevenir las lesiones, ha recomendado cambiar de zapatos y altura de tacón todos los días; que el tacón no supere los 5 centímetros y, que si se usan plataformas, tengan cierta capacidad de amortiguación y una diferencia con respecto al tacón que no supere los 3 centímetros.

¿Qué hacer? No más de 3 centímetros y con base ancha si no se está acostumbrada

Si no se está acostumbrada a usar tacones y solo se hace en fiestas o bodas, es aconsejable elegir un tacón de base ancha, ya que reparte mejor el peso, con algo de plataforma y de no más de 3 centímetros de alto.

Zapatos planos, tacones  bajos y pasar tanto tiempo descalzo como sea posible ayuda a corregir la postura. Caminar sobre las puntas de los pies.

Según publica la BBC, un estudio realizado por la Universidad de Kansas afirma que analizando los zapatos de cada persona, se podría predecir con gran precisión algunos de sus rasgos más personales de las personas. Según este estudio, “el zapato podría ser una radiografía de la personalidad”.

Los zapatos pueden decir mucho de su personalidad

Lo que más sorprendió del estudio fue cómo a través de un simple zapato se podían detectar rasgos de personalidad como amabilidad, inseguridad, ansiedad o aislamiento. «Encontramos, por ejemplo, que los que usan zapatos de bota alta tienden a ser menos amables, menos simpáticos, inclinados a evadir relaciones íntimas”, explica el doctor Gillath. En cuanto al color de los zapatos, explicó que este es el reflejo de la ansiedad que sufren los individuos con sus parejas sentimentales.

Las botas también pueden decir mucho de la persona. Las botas de montañismo, por ejemplo, generalmente pertenecen a personalidades testarudas y las altas son símbolo de antipatía. Los tacones, cuanto más altos sean menos emocionalmente estable será la persona.

También están los que creen que además de dar una señal de nuestra personalidad, los zapatos sirven para ocultar la identidad interior del individuo, su «yo» verdadero.

Esta es la perspectiva de Kathy Andersen, escritora especializada en imagen y desarrollo personal. Andersen es la autora de ‘Cámbiate los zapatos’, un libro que habla sobre la capacidad de las personas para esconderse detrás de sus zapatos.

Andersen afirma que los zapatos pueden reflejar «dinero, estatus o la imagen que a cualquiera le gustaría proyectar pero no su felicidad, satisfacción o propósito en la vida». Pero lo que es indiscutible es que llevar tacones toda la vida demasiado altos se paga caro. A largo plazo.

Fuente: www.teinteresa.es