El zapato ideal para los bebés

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Entre los 11 y los 14 meses la mayoría de los niños comienzan a caminar. En este momento los pies del bebé han de soportar, durante el tiempo que esté de pie, el peso de su cuerpo. Los primeros zapatos del bebé tienen el objetivo de proteger el pie y proporcionar equilibrio y estabilidad para que el niño se sienta seguro, al tiempo que favorecer el buen funcionamiento y desarrollo musculoesquelético.

Se trata de unos pies todavía vacilantes, que podrían adoptar vicios o posturas forzadas por la sobrecarga a la que están sometidos por primera vez, así que el zapato debe adaptarse muy bien a ellos. Deben ser suaves, cómodos y dejar libres las articulaciones para permitir la libertad de movimientos.

Se ha de encontrar el equilibrio entre flexibilidad y firmeza, ya que al tiempo que se adaptan a sus movimientos, los zapatos han de sujetar el tobillo, y es fundamental que estén reforzados en la puntera y el contrafuerte para proteger al pie de posibles traumatismos.

La suela puede ser de cuero o de goma, siempre que permita flexionar el pie, que amortigüe los impactos del pie en el suelo y que no resbale. Las suelas con pequeños dibujos en relieve ayudan a prevenir resbalones. La horma del zapato ha de ser ancha para no comprimir el pie del pequeño. Los acabados han de ser lisos para evitar rozaduras.

Los cierres pueden ser con velcro, hebillas o cordones, aunque lo que más importa es que permitan una amplia abertura del zapato para que el pie del niño entre con facilidad, sin provocar posturas forzadas o que el pie quede en mala posición dentro del zapato (por ejemplo, con los dedos en garra) sin que lo percibamos.

Los primeros zapatos no han de quedar apretados ni demasiado holgados, y habremos de tener en cuenta el tipo de calcetín (más fino o más gordo) que le pondremos habitualmente.

En cuanto a los materiales, si los zapatos están hechos de piel favorecerán la transpiración y se evitarán las rozaduras.

Son muchas cuestiones a tener en cuenta, pero no es difícil encontrar estos requisitos para un buen zapato, y la búsqueda siempre valdrá la pena.

Fuente: www.bebesymas.com

Los zapatos más dañinos para los pies de las mujeres

Estos son los zapatos más dañinos para los pies de las mujeres:

Stilettos

Usar este tipo de calzado hace que todo tu peso se centre en una parte pequeña y delicada del pie, por lo que crea un problema de equilibro y forza a tus rodillas y caderas a irse hacia adelante, lastimando tu espalda y tus piernas. Usar este tipo de calzado puede causar  hiperextensión, esguinces de tobillo, fracturas pequeñas, neuromas (tumores benignos de los nervios), tendinitis, dedos de martillo y juanetes.

Nivel: Peligro alto

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Botas altas

Si los tacones son altos vas a tener los mismos problemas que los stilettos. Aunque hayas protegido el pie y las piernas, siguen poniendo tus pies en jaque por la altura y los puntos de apoyo que dejas para tus pies.

Nivel: Peligro alto

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Zapatos de plataforma

Las plataformas también son tacones y causan un daño similar a tus pies que los stilettos, con la ventaja de tener un colchoncito sobre el cual apoyarte y proteger el pie, sin embargo pueden causar los mismos problemas que los anteriores.

Nivel: Peligro medio

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Botines con tacón

Dependiendo de la altura pueden causar el mismo problema que los stilettos, al igual que las plataformas, tienen cierta ventaja como que el material que rodea al tobillo ayuda a mentener el equilibrio y disminuye el riesgo de lesiones ante una caída. sin embargo causan problemas similares a los stilettos como hiperextensión, juanetes y dedos de martillo.

Nivel: Peligro medio

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Flats

Aparentemente no hay ningún problema con ellos, porque no lo sientes al momento, pero ¡si lo hay! Los zapatos que son demasiado planos no le dan el suficiente soporte al arco del pie, no le dan un colchoncito o algo que absorba el impacto de tu pie contra el piso al caminar, sin embargo si algo tienen de ventaja es que son flexibles y hacen que los músculos trabajen más al caminar, lo que es algo bueno. Busca unos que tengan una suela adecuada pues corres el riesgo de que al caminar se te entierre un clavo o pises un objeto extraño. Pueden causar inflamación, tendinitis, dolor de talones, várices y lesiones externas

Nivel: Peligro bajo

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Sandalias

La mayoría de las sandalias son demasiado planas, delgadas y abiertas, lo que exponen tu pie al ambiente, no te proveen del arco de soporte ni de un colchón de apoyo. También el cintillo que separa los dedos puede ser riesgoso, ya que forza los músculos de los dedos a separarse incrementando el riesgo de sufrir una fractura de dedos. Pueden causar inflamación, tendinitis, dolor del talón, fracturas y lesiones externas por su uso.

Nivel: Peligro bajo

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Botas de lluvia

La lluvia causa un ambiente húmedo y las botas hechas de plástico no son materiales que dejen respirar el pie, por lo que pueden causarte aún más fatiga de sólo caminar con ellas. Pueden provocar hongos, virus de verrugas y ampollas.

Nivel: Peligro bajo

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Tenis casuales estilo Converse

Estos tenis tienen una suela más gruesa que los flats, absorben los impactos contra el piso y le dan soporte, además de ser flexibles. El material protege tu pie del ambiente y son excelentes para aquellos que sufren de juanetes y pies de martillo. Pueden causar inflamación, tendinitis y dolor de talones

Nivel: Peligro muy bajo

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Tenis para correr

Demasiado soporte tampoco es bueno, pues no permite una conexión adecuada entre el cerebro y el pie, lo que te permite tener sensación del piso. Úsalos para correr, caminar y trotar, pero hasta ahí. Estos tenis pueden causar lesiones por estrés crónico del área especialmente en el talón.

Nivel: Peligro muy bajo

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Fuente: www.mujerde10.com

 

¿Qué particularidades tiene el calzado especial para pie diabético?

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El pie diabético es una seria condición derivada de la diabetes que puede llegar a comprometer de forma importante la salud de quien lo padece. Por eso los cuidados podológicos son fundamentales si se sufre de esta patología, y el uso de zapatos para el pie diabético es sin duda una de las mejores formas de prevenir complicaciones.

Los zapatos de pie diabético son calzados terapéuticos cuya principal misión es mantener el pie cómodo, garantizando la adecuada circulación sanguínea. Se trata de un tipo de zapato que no aprieta ni genera roces o molestias en el pie del paciente, de este modo se garantiza que no se formen heridas que luego pueden convertirse en úlceras problemáticas.

Toda persona que sufra de pie diabético debe usar preferiblemente este tipo de zapatos, esto por tratarse de un calzado cómodo elaborado con materiales de calidad que permiten que el pie respire y así se impida la formación de hongos, pues la micosis en un pie diabético puede empeorar la situación.

Además, los materiales de calidad impiden también la formación de callosidades. Otro aspecto interesante de los zapatos para pie diabético es que los mismos cuentan con hormas anatómicas que aseguran por completo la comodidad del pie y evitan las durezas que suelen causar muchos daños en la zona.

Se trata, en definitiva, de un calzado para pies delicados diseñado exclusivamente pensando en mejorar la calidad de vida del paciente al garantizar la salud de la zona.

 

Mujeres, tacones y metatarsalgia

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La metatarsalgia es más frecuente en las mujeres, siendo que una alta proporción de las personas que la padecen son de sexo femenino. El tipo de calzado que se usa influye considerablemente puesto que, por ejemplo, los zapatos de tacón acaban causando una sobrecarga considerable en el metatarso. De ahí que especialmente las mujeres que usan este estilo de calzado tenga problemas de este tipo.

El motivo principal por el que se produce es la modificación de la biomecánica del pie. La morfología del pie se ve alterada considerablemente a raíz del calzado usado.  Unas plantillas ortopédicas ayudan notablemente y son muy recomendables, pero siempre hay que recordar que son un remedio tanto preventivo como de tratamiento a largo plazo frente a la metatarsalgia y que no son, en modo alguno, una panacea milagrosa.

En resumen: ¿Qué hacer para no padecerla?

Es necesario la evaluación global de todas las partes de nuestro pie a fin de buscar un posible remedio. En ocasiones las plantillas para la metatarsalgia nos permitirán darle una solución, mientras que en ocasiones el problema necesitará atención médica para ponerle una solución permanente.

Trucos para alargar la vida de los zapatos de running

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Cuando compramos unos zapatos de correr, al principio puede que nos resulten un tanto molestos, pues el pie no se habitúa con facilidad al calzado. Sin embargo, después de un tiempo no querremos sustituirlos por otros debido a la comodidad que nos proporcionan. A partir de los 800-1.000 kilómetros será preciso sustituir los zapatos. Comprobarás que no presentan ningún signo de deterioro, pero tanto la suela como las plantillas ya no aguantan más. En este artículo te proporcionamos 5 trucos para alargar la vida de los zapatos de running.

Entre otras cosas, hay una serie de aspectos que permitirán que nos duren más, como son la limpieza o pequeños gestos cotidianos como su uso.

1-Antes de guardar las zapatos, procura secarlos bien

En muchas ocasiones llegamos a casa con el calzado empapado, ya sea por la lluvia o el sudor. Es necesario que los seques correctamente. Para ello aflojaremos los cordones, quitaremos las plantillas y abriremos lo máximo que se puedan los zapatos. Los colocaremos en un sitio seco y fresco, evitando siempre las fuentes de calor directas como los radiadores. En el caso de que estén muy húmedos te proponemos que metas en el interior papel de periódico.

2-Rotación de zapatos

Los corredores aficionados deben tener al menos un par de zapatos para sus entrenamientos. Con el paso de los kilómetros las suelas van perdiendo amortiguación. En el caso de que le demos un par de días de descanso al calzado después de cada entrenamiento a la suela le dará tiempo a recuperar su posición original, retrasando un poco más el desgaste.

3-Quitarse los zapatos al acabar

Nada más concluir el entrenamiento de running deberías quitarte los zapatos, ya que es justo en ese momento cuando más sudor se acumula. Para que no haya un exceso de sudor, también resulta importante usar unos calcetines adecuados.

4-No utilizar los zapatos a todas horas

Uno de los grandes errores que se cometen con los zapatos de running es utilizarlos a todas horas, tanto para hacer otros deportes como para salir a caminar o emplearlos en el día a día. Pensamos que es una buena manera para que el pie se adapte a ellos, pero en realidad la pisada que realizamos al caminar no tiene nada que ver con la de correr. De esa forma el desgaste será distinto.

5-No están pensados para otros deportes

El calzado de running está hecho para correr, y no para otros deportes como el tenis, fútbol o baloncesto, en donde se producen muchos cambios de dirección. Los zapatos de running están pensados para pisar en una única dirección y si se las somete a unas superficies abrasivas o a constantes cambios de dirección, su vida útil se acortará de manera considerable.

Recuerda que para cambiar el calzado de correr no hace falta esperar a que se rompa. Hay signos que te indicarán su desgaste, como puede ser la pérdida de amortiguación o las molestias en las articulaciones.

Con información de okdiario.com

¿Cómo ablandar tus zapatos nuevos?

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“La moda, incomoda”, suelen afirmar las revistas y recordarnos nuestras amigas, mientras intentamos sobrevivir a esas sandalias divinas de estreno. Pero, ¿quién dijo que para tener estilo era necesario hacer un máster en tolerancia al sufrimiento? Apunta estos consejos para ablandar tus zapatos y dile adiós al dolor de pies.

• Efecto calor. Tranquila en casa, ponte un par de medias bien gruesas y colócate el calzado en cuestión. Con la ayuda de la secadora de cabello, calienta el material. Déjate los zapatos puestos hasta que vuelvan a enfriarse, nos propone Richard J. Bray, licenciado en ortesis.

• Pequeños pasos. Sabemos que después de mucho uso, esos zapatos que tanto sufríamos pueden, de a poco, ir ablandándose y volverse nuestros mejores aliados. ¡Manos a la obra! Hasta que consigas tenerlos puestos por muchas horas, úsalos con medias gruesas mientras estás en casa, recomienda el sitio Lifehack.

• Ice power. Las clases de ciencia básica en la escuela finalmente darán sus frutos. Apunta estos pasos del sitio Who What Wear, y olvídate del dolor:

1. Llena con agua, hasta la mitad, una bolsita con cierre para el freezer.

2. A medida que vayas sellándola, asegúrate de remover completamente el aire.

3. Colócala dentro del zapato, y ponlo a dormir en el congelador.

4. Al solidificarse, el agua se expandirá, estirando también el cuero.

5. Quita tu calzado del freezer, y deja que el hielo se derrita antes de remover la bolsa. ¡Facilísimo!

• Medias al auxilio. Contra la creencia popular, incluso las zapatillas de bailarina podrían necesitar de tiempo para ablandarse. ¡Ármate de pacienca! Una buena estrategia es usarlas con dos pares de medias, mientras continúas con tu rutina diaria, sugiere el sitio Style Caster.

¿El plan B? Enrolla varios pares de medias o haz bolas de papel periódico, y amontónalas en el interior del calzado por varios días.

Busca ayuda profesional. Como en los viejos tiempos, la horma para zapatos podría ser tu mejor opción. Muchas tiendas podrían colocártelos en ella por uno o dos días, para estirar el material. Pero, ¡atenta!: las hay para ablandar solo la parte delantera o, al mismo tiempo, el talón. Si se trata de tus tacones, pregunta primero, podrías acabar muy mal

Elige con astucia. ¿Por qué sufrir si podemos comprar el par de zapatos perfecto para nosotras? Chequea, a continuación, algunas claves de Bray:

• Debería quedar un espacio de 6.5 mm (1/4 in), desde tus dedos, hasta el final del zapato.

• El calzado no debería tocar la parte de arriba de tus dedos.

• ¿Cuenta con una zona del talón cómoda para caminar?

Fuente: www.univision.com

La cara fea de los tacones

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La especialista en baropodometría Gloria Newell dice que los tacones que generalmente se usan en las galas, y muchas mujeres lo hacen de manera cotidiana, miden entre 12 y 18 centímetros, los cuales traen terribles consecuencias para la salud.

“Estar paradas sobre unos tacones de esa altura no es una postura natural. Por supuesto que son bonitos, pero usarlo seguidos tienen un impacto negativo en la postura y, por supuesto, en los pies”, asegura.

Las consecuencias y recomendaciones

Usar cotidianamente tacones de 10 centímetros o más provoca que:

1.El tendón de Aquiles pierda elasticidad, o sea, se va encogiendo.

2.Callosidad en la zona del metatarso.

3.Dolor de pies.

4.Deformaciones como los juanetes.

5.Deformaciones en los dedos (dedos en martillo).

6.Dolor en la parte baja de la espalda.

7.Mala circulación sanguínea

Si bien «los pies tienen su propio mecanismo de defensa, ya que se adecuan a la superficie que pisamos, desde la arena blanda de la playa hasta las rígidas aceras de la ciudad, es necesario llevar un calzado correcto que incremente esta adaptabilidad», señala la especialista.

Por ello, Gloria Newell propone que al usarlos, cada 15 minutos realices un estiramiento del talón de Aquiles: poner el metatarso del pie en un escalón y bajar el talón varias veces. Además, recomienda evitar los zapatos puntiagudos con tacón de aguja; si los zapatos tienen tacones anchos, mejor, pues no debe hacerse tanto equilibrio y el esqueleto se sostiene mejor; caminar con zapatos cómodos y utilizar el tacón solo cuando es necesario.

Tomado de http://entremujeres.clarin.com/

Artritis reumatoide en el pie: síntomas y tratamientos

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¿Qué es la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad en la que ciertas células del sistema inmunológico sufren una disfunción y atacan las articulaciones saludables.

La AR causa inflamación en la membrana sinovial (synovium) de las articulaciones, con mayor frecuencia las articulaciones de las manos y de los pies. Los signos de la inflamación pueden incluir dolor, hinchazón, enrojecimiento y una sensación de calor alrededor de las articulaciones afectadas. En algunos pacientes, la inflamación crónica resulta en daños en el cartílago y huesos de la articulación. Un daño grave puede conducir a la destrucción permanente de la articulación, deformidad e invalidez.

Cuando las articulaciones se inflaman debido a la AR, el synovium se espesa y produce un exceso de fluido de la articulación. Esta sobreabundancia de fluido, junto con las sustancias químicas inflamatorias que libera el sistema inmunológico, causa hinchazón y daña el cartílago y huesos de la articulación.

Síntomas que afectan al pie y tobillo

Los problemas en el pie ocasionados por la AR ocurren con mayor frecuencia en la parte anterior del pie (la región metatarsiana, cerca de los dedos), aunque la AR también puede afectar otras áreas del pie y del tobillo. Los signos y síntomas más comunes de los problemas del pie relacionados con la AR, además de la apariencia anormal de las deformidades, son el dolor, hinchazón, rigidez de la articulación y dificultad para caminar.

Las deformidades y las enfermedades asociadas con la AR pueden incluir:

  • Nódulos reumatoides (bultos), que causan dolor al frotarse contra los zapatos o, si aparecen el la planta del pie, causan dolor al caminar
  • Articulaciones dislocadas del dedo del pie
  • Dedos en martillo
  • Juanetes
  • Dolor en el talón
  • Dolor en el tendón de Aquiles
  • Pie plano
  • Dolor de tobillo

Diagnóstico

La AR se diagnostica mediante una exploración física así como análisis de sangre.

Para evaluar más a fondo los problemas de pie y tobillo de un paciente, el médico puede ordenar radiografías y/o hacer otras pruebas de imagen.

Tratamiento indicado por el médico de pie y tobillo
Mientras que el tratamiento de la AR se centra en la medicación recetada por el médico de cabecera del paciente o su reumatólogo, el médico de pie y tobillo formulará un plan de tratamiento con vista a aliviar el dolor de los problemas de pie relacionados con la AR. El plan puede incluir una o más de las siguientes opciones:

  • Dispositivos ortopédicos. A menudo el médico indica al paciente dispositivos ortopédicos a la medida que aporten amortiguación para los módulos reumatoides, minimicen el dolor al caminar y le proporcionen el soporte necesario para mejorar el funcionamiento mecánico del pie.
  • Zapatos diseñados especialmente para acomodarse al pie. Se usan para aliviar la presión y el dolor y ayudar a caminar.
  • Aspiración de fluido. Cuando la inflamación recrudece en una articulación, el médico puede aspirar (extraer) fluido para reducir la hinchazón y el dolor.
  • Inyecciones de esteroides. Las inyecciones de medicación antinflamatoria pueden aplicarse directamente a una articulación inflamada o a un nódulo reumatoide.

Fuente: www.foothealthfacts.org

Recomendaciones para evitar juanetes, metatarsalgia y fascitis plantar

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Es fundamental escoger un calzado adecuado para la actividad que se va a realizar para proteger la salud de los pies. Es el consejo del Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV).

Deben ser especialmente precavidas las personas que se dedican a profesiones como azafatas, comerciales, vigilantes, policías, dependientes en tiendas y oficinas, ya que conllevan pasa muchas horas erguidos, lo que puede desatar posibles dolencias.

Las más comunes son los juanetes, metatarsalgias (dolor en la almohadilla plantar), dedos en garra y fascitis plantar (dolor e hinchazón en el talón).

Otras consecuencias son la mala circulación de la sangre, la compresión de las articulaciones y las sobrecargas por malas posturas.

“Es muy importante realizar una visita al podólogo cuando desempeñamos alguna de estas profesiones porque, como especialista, podrá determinar cuál es el calzado más adecuado para su jornada laboral y le podrá diagnosticar, si fuera necesario, cualquier tratamiento necesario que evite futuras anomalías”, declara Marilar Rosell, vocal del ICOPCV. Si vas a trabajar, no es recomendable usar más de tres centímetros de tacón ya que pasarás muchas horas de pie

De manera frecuente, los profesionales que no llevan uniforme, optan por un calzado de horma estrecha que presiona los dedos. Las mujeres utilizan en su gran mayoría un tacón excesivo que perjudica el correcto apoyo del pie.

Desde el ICOPCV se ofrecen las siguientes recomendaciones para conseguir la mayor comodidad durante la jornada laboral:

1. Utilizar hormas que se adapten al ancho natural del pie y que no lo presionen ni lo estrechen.

2. En el caso de los zapatos de tacón, no utilizar más de 3 centímetros para grandes periodos de tiempo. También puedes elegir las plataformas.

3. Comprar zapatos de piel suave y flexibles.

4. Suela acolchada para los que pasen más horas de pie.

5. Las personas que trabajan en la industria pesada, deben utilizar zapatos y botas de seguridad, impermeables, con punteras reforzadas de acero y suelas antideslizantes.

Se recomienda caminar antes que estar parado, sentarse cinco minutos aproximadamente por cada 50 minutos de pie. Utilizar un reposa pies ayuda a que descansen más del ejercicio diario.

Fuente: www.consalud.es